“ Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te lleva- rán, para que tu pie no tropiece en piedra” (Salmo 91:11,12).
Una noticia dramática
Sucedió el 31 de Agosto del 2013, que un chofer de un automóvil particular salvó de milagro de ser aplastado por una roca gigante en Taiwán. El conductor conducía bajo una lluvia intensa que provocó un alud de piedras y rocas que cubrió la pista por la que conducía. Segundos después, una roca gigante apareció desde las alturas cayendo y estuvo a centímetros de aplastar y quitarles la vida a sus ocupantes. La foto es espectacular que tomó otro vehículo que venía detrás. También quedó grabado el hecho y es asombroso, como la roca se tambalea, pero se detiene y no golpea el automóvil por el flanco derecho a la altura de la puerta. Queda la sensación que algo o alguien detiene en seco la inmensa mole.
Una noticia emocionante que trajo a mi memoria la promesa de protección del Señor en su Palabra; “...a sus ángeles mandará acerca de ti (...),En todos tus caminos(…),para que no tropieces (…),en piedra”.
Promesas sobre el ministerio de JESÚS
El autor del Salmo 91, entre los versículos 3 al 10 nos asegura doce promesas de protección y seguridad, para los diferentes escenarios. Posterior a ello en los versículos 11 al 13, se descorre el velo y revela dos promesas singulares que identifican al Mesías en su ministerio terrenal y su muerte en la Cruz.
1era. Promesa triple de los versículos 11 y 12:
Los versos 11,12, fueron citados por Satanás en una de las tres tentaciones, que le hizo el diablo al Hijo de Dios en el desierto. Dijo: “A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra”. (Lucas 4:11), pero el diablo omitió una frase importante del versículo; “ en todos tus caminos”, escondiendo parte del mensaje, para quitarle autoridad y poder a la promesa completa, tal como sale de la boca de Dios.
Los ángeles en el ministerio de Cristo
La vida y el ministerio terrenal del Señor Jesucristo fueron acompañados por los ángeles de Dios. Desde el primer anuncio a la virgen María y su nacimiento (S. Lucas 1:28-31;2:8-15). En la tentación del desierto (S. Marcos 1:13). En la vida diaria del Maestro (S. Lucas 4:29,30). En el Getsemaní (S. Lucas 22:43). En la tumba (S. Lucas 24:4). En su ascensión al cielo (Hechos 1:10). Y también será en su retorno glorioso a la tierra; (S. Marcos 13; 26,27).
¿Quiénes son los ángeles?
Dios creó a los ángeles antes que pusiera al hombre en el Edén. Creó al hombre menor que los ángeles; (Job 38:7; Salmo 8:5). Los Ángeles, se relacionaron con nuestros primeros padres, Adán y Eva en el Edén. Antes, y después de la caída (Génesis 3:24).Visitaron a los Patriarcas en sus moradas (Génesis 18:2; 19:1). En Egipto ante Faraón y posteriormente con la congregación del desierto (Éxodo 12:23,29). En la tierra prometida, en tiempo de los jueces (Jueces 6:12). En tiempos de los reyes de Israel (2 Reyes 19:35). Con los profetas en la antigüedad (Daniel 9:21). Con la Iglesia primitiva y los apóstoles (Hechos 12:8,9; 27:23; Apocalipsis 1:1; 19:10). Y muchos otros testimonios que narran las Escrituras.
Toda la intervención sobrenatural de los ángeles en la tierra, tiene como propósito colaborar con Dios en su multiforme derramamiento de bendiciones para los seres humanos. No actúan por voluntad propia, sino que con deleite y servicio perfecto ejecutan la voluntad de Dios y, están sujetos a su comandante de los ejércitos celestiales; “Pues, ¿a cuál de los ángeles…? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?“; “Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad”. (Hebreos 1:14; Salmo 103:20,21).
El comandante de las huestes celestiales
Ningún ángel actúa independiente de la voluntad de Dios. No tienen un ministerio particular que no esté sujeto a la autoridad del Señor Jesucristo. Dice la Biblia; “por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades”. (1 Pedro 3:22).
La escritora cristiana Elena G. de White, bajo inspiración escribió una escena maravillosa, cuando el Señor Jesucristo asciende al cielo victorioso después de la resurrección, donde los ángeles de Dios son protagonistas de un escenario glorioso; “Allí está el trono, y en derredor el arco iris de la promesa. Allí están los querubines y los serafines. Los comandantes de las huestes angélicas, los hijos de Dios, los representantes de los mundos que nunca cayeron, están congregados. El concilio celestial delante del cual Lucifer había acu- sado a Dios y a su Hijo, los representantes de aquellos reinos sin pecado, sobre los cuales Satanás pensaba establecer su dominio, todos están allí para dar la bienvenida al Redentor. Sienten impaciencia por celebrar su triunfo y glorificar a su Rey”. (DTG, pg. 775).
Los ángeles aman al Señor de la gloria y es su deleite cumplir su voluntad. Su mayor deseo es permanecer ante el trono de su majestad y alabar su nombre junto al coro de las huestes celestiales; “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza”. (Apocalipsis 5:11,12).
La paciente protección de los ángeles de Dios
Los ángeles protegieron y acompañaron a Daniel en el foso de los leones allí en Babilonia;” Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo” (Daniel 6:22,27). El Señor Jesucristo visitó y envío consuelo mediante su ángel, al anciano apóstol Juan, desterrado en la inhóspita isla de Patmos, en medio del océano. Leemos; “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”. (Apocalipsis 1:1)
Mientras estemos en esta tierra, y hasta que El Señor Jesucristo regrese al planeta, tenemos la palabra “más segura”, que no estamos solos, ni estamos desamparados. Confiemos en el cuidado de sus santos, sabios y poderosos ángeles.
La eternidad revelará cuanta protección y seguridad nos brindaron en esta tierra. Jesús regresa pronto, y nos llevará al cielo para vivir con los ángeles.
Apreciado lector, ¿crees en la protección de Dios mediante sus santos ángeles? La Santa Biblia dice: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende” (Salmo 34:7).
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