top of page

SIETE CLAVES en una ORACION

  • Foto del escritor: F. E. Lizana A.
    F. E. Lizana A.
  • 28 mar 2021
  • 4 Min. de lectura



No importa cuánto tiempo ocupe en hacerlo, sino solamente asegúrese de relacionarse con el Creador y autor de la VIDA. ¿Tiempo? bueno sacar tiempo de donde no hay tiempo, y ejercitar el alma cada día.


1. Acción de Adoración y reconocimiento de Dios:

¿Quién es Dios para mí? ¿Qué puede hacer Dios por mí? ¿Cuál es su inmenso poder? Enunciar las proezas de Dios, magnificar su Nombre. Léase (Isaías 9:6; Jeremías 10:10)


2. Acción de Gracias:

Orar a Dios con gratitud de corazón, por todas las bendiciones que Dios nos prodiga cada día, y hasta el día de HOY, por lo que ha hecho y hará. Enumerar aquellas experiencias satisfactorias en que Dios ha intervenido guiando nuestras vidas y ha derramado sus misericordias por nosotros y también sobre nuestros amados. Debe haber más de alguna bendición en nuestra vida que podamos recordar y decirle a Dios. Léase (1 Tesalonicenses 5:16-18).


3. Acción de Confesión de mis pecados:

La confesión eficaz y que oye Dios es aquella que es específica y particular. Debe expresarse, reconocimiento y arrepentimiento de lo que ha ofendido a Dios y a los demás. Y la decisión de abandonar ese pecado. Debe invocarse los méritos de un Salvador perfecto y suficiente como el Señor Jesucristo, que “Él es el Cordero que Dios que quita el pecado del mundo” (S. Juan 1:29).


4. Acción Intercesora:

Orar por los otros. Hacer una lista de aquellas personas de cerca o lejos que necesitan de la ayuda de Dios. Necesitan que obre Dios en casos a veces muy complejos y que nosotros nada o muy poco podemos hacer, pero si podemos colocar ante el trono de la GRACIA, esta petición intercesora de un nombre determinado o varios ante Dios. Orar por otros, tiene efectos extraordinarios. Orar por la salvación de ellos. Orar porque Dios Los bendiga y cuide, derrame sus bendiciones y esas personas encuentren alivio a sus padecimientos. Pedir y creer que Dios pueda intervenir y guíe aquellas vidas en los distintos escenarios que se encuentran. Léase (Sant.5:16; Efes. 6:18)


5. Nuestro pedido a Dios:

Abra su corazón a Dios y pida por su necesidad. Sea sincero y directo y no oculte nada a Dios. Es la ocasión para entrar en una intimidad profunda con su Creador. ¡Dios ha prometido “Yo estoy con los de espíritu quebrantado y al corazón contrito y humillado no despreciaras tu oh! Dios”; “Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá, buscad y se hallará”. (Sal. 51:17; S. Mat. 7:7,8).


6. Alabe a Dios:

Cante, abra su boca para alabar a Dios por sus maravillas. Repita sus promesas. Véase (Salmo 51:15)


7. Cierre su oración:

Con un pedido que Dios le GUARDE del mal. Recuerde el NOMBRE que está por sobre todo nombre: ¡Cristo Jesús!, dice (Hechos 4:12) y en su Nombre deje esta oración al Padre mediante su ESPÍRITU (Efesios 6:18). No se levante inmediatamente. Permanezca algunos minutos allí con los ojos cerrados en silencio hasta que tenga la seguridad que hablo con Dios y Él le escuchó y Usted recibió su bendición. Véase; (2 Crónicas 20:17); (Números 6:24-26).


Debes considerar que este momento, es estar a los pies de Cristo, y el lugar más alto de la tierra y el lugar más seguro del mundo. Estar ante la presencia del Rey Eterno del Universo. Y entregarle en oración nuestro corazón y vida, es “una necesidad y un privilegio”. Tomarnos por fe, fuertemente de la mano gloriosa del Salvador, aquella que fue perforada por los clavos de la Cruz para que nos sostenga y guie según su voluntad. Una oración tal debe ser un acto de adoración y entrega. Si logra entrar en esta cámara de audiencia con Dios cada día, nuestra vida no podrá seguir igual. Nos sentiremos renovados y esperanzados. Medicina sanadora para nuestra alma y espíritu. Remedio eficaz para nuestros huesos y alivio de nuestras cargas.


Un pensamiento inspirado:


“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti”. Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más semejante a la de Cristo”. (El CC, Pág. 51, Elena de White).


Y ahora, que estás más persuadido que la oración con fe es respondida, nuestro Dios tiene una oferta en pie para cada uno en particular; “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2 Crónicas 7:14) ¿La tomarás? ¿Qué contestas, apreciado lector? Tenemos sus promesas que nos invitan a confiar en la oración. Tenemos las evidencias que Dios siempre responde a nuestras oraciones. No te desanimes insiste con renovada fe a presentarte cada día ante él y recibirás su bendición.


Dios escuche tu ORACION y seas muy bendecido, junto a tu Flia.

 
 
 

Comentarios


© 2019 F. E. Lizana A.
bottom of page