“..Lo saciaré de larga vida, y le mostrare mi salvación”. (Salmo 91:16).
. 6ta. Promesa:
Larga vida
Los medios de comunicación de radio, televisión y corresponsales extranjeros han hecho reportajes a Celino Villanueva Jaramillo,
nacido el 25 de Julio de 1896, acaba de cumplir 120 años. Actualmente vive en la localidad costera de Mehuin, región de los ríos Chile. Es posible que sea el hombre más longevo del mundo si se logra verificar este dato. Es seguido por Jiroemon Kimura nacido en Japón. (www.t13.cl/.../celino-villanueva-el-chileno-mas-longevo-cumple-120-años)
. El origen de la vida
La historia del origen de la vida comenzó allá en el jardín del Edén con nuestros primeros padres, Adán y Eva. Dios es el autor de la vida, y en la creación del hombre, Dios con sus propias manos dio extensión a su infinita sabiduría. Dice el registro sagrado; “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2:7). La creación de esta máquina prodigiosa y perfecta que es el cuerpo humano, vino a ser el sello de su creación; “Cuando el Señor lo creó a su imagen, el hombre era perfecto en todo sentido, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal y que existe por sí mismo sopló en esa forma el aliento vital, y el hombre llegó a ser un ser viviente, inteligente y que respiraba. Todas las piezas de la maquinaria humana se pusieron en movimiento. Se sometió a las leyes físicas el corazón, las arterias, las venas, la lengua, las manos, los pies, las percepciones mentales y los sentidos. Entonces el hombre llegó a ser alma viviente”. (Cada día con Dios. Manuscrito 117, del 21 de septiembre de 1898 “Un Dios personal “, Elena de White).
Después vino la caída y abandonar el Edén, y los efectos resultados del pecado se empezaron a sentir en la naturaleza humana en forma dramática. Lo describe acertadamente el apóstol Pablo de la siguiente manera en Romanos 5:12; “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.
. Registros antiguos de la existencia humana
En el libro de Génesis capítulo 5:8 al 31; 9:29, hay una galería con la biografía de 10 notables PATRIARCAS antediluvianos más longevos que han existido en la tierra, sus edades fluctúan entre los 912 a 969 años de vida. Sin embargo en la descripción que hace el autor, frente a cada nombre finaliza el registro con una sentencia dramática; “y murió”, con excepción de Enoc, que Dios lo trasladó al cielo sin conocer la muerte.
Leemos lo siguiente en Génesis capítulo 5 en adelante:
. Adán, vers. 5; “Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; “y murió”= 930 años.
. Set, vers. 8; “Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió”.= 912 años.
. Enós, vers. 11 =905 años; “...y murió”.
. Cainan, vers. 14 =910 años; “...y murió”.
. Mahalaeel, vers. 17 = 895 años; “...y murió”.
. Jared, vers. 16 = 962 años”. Y murió”.
. Enoc, vers. 23,24; “...y fueron todos los días de Enoc trecientos sesenta y cinco años .Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”.
. Matusalén, vers. 27; “Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y mu- rió”.= 969 años.
. Lamec, vers. 31; “Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió”. = 777 años.
. Noé, Génesis 9:29; “Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió”. = 950 años.
El plan original de Dios no era que el ser humano sufriera y posteriormente muriera y fuese sepultado y olvidado para siempre. Sin embargo la muerte que es un enemigo del hombre, que no toma prisioneros, no respeta edades, ni condición social, sino que pro- cede con su ley existencial y su reinado se extiende a todo el planeta tierra. Por esta tragedia que sufre la humanidad, fue necesario un rescate a un alto precio que pago el cielo, Léase S. Juan 3:16.
. Restaurando el plan original
La Biblia nos cuenta con detalles el costo que le ocasionó al Padre y su Hijo el Señor Jesucristo poner en acción este plan de salvación. Al leer el capítulo 53 del libro de Isaías, es revelador el drama que vivió y estuvo dispuesto a enfrentar el Salvador del mundo. Ya crucificado en una cruz como “Cordero de Dios”. (S. Juan 1:29), el profeta dice; “Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho;” (Isaías 53:10).
En la carrera victoriosa hacia final en la sucesión de versículos del Salmo 91, encontramos que a partir del versículo 14, el autor hace un cambio de personaje y podemos ver que el Padre, toma la palabra para señalar siete promesas que describen el drama de la Cruz y que son para el protagonista principal, el Hijo de Dios. En ese contexto la promesa; “Lo saciaré de larga vida”, del versículo 16, tiene vinculación con la profecía que escribe Isaías sobre el final victorioso del Mesías al declarar; “vivirá por largos días”.
Todos recordamos lo que significó la muerte del Señor en el Calvario. El apóstol Pablo abre un poco más la cortina para ver esta obra formidable de Dios a favor de la humanidad, ocurrida a partir del sacrificio de Cristo en la Cruz. Leamos este comentario ex- traordinario del apóstol; “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”. (Hebreos 2:14,15).
El Señor Jesucristo nos redimió y nos dio vida en el Calvario por su sacrificio expiatorio y por medio de la fe en ÉL, se constituye en nuestra garantía de que tengamos vida eterna.
. Jesucristo el Señor de la VIDA
Después de la victoria en la Cruz, Cristo vuelve a to- mar nuevamente su vida, según su naturaleza divina, la cual se había “despojado”,” puesta a un lado”, léase Filipenses 2:7; S. Juan 10:18 , y dar vida a quien invoque su NOMBRE por medio de la fe en ÉL. Desde esa perspectiva la promesa del Salmo 91 que tratamos en este capítulo, también es para nosotros en Cristo Jesús.
El Señor Jesucristo es la VIDA viviente.
A continuación leemos una declaración contundente sobre este punto;
“En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra. "El que tiene al Hijo, tiene la vida”. La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna. "El que cree en mí dijo Jesús, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees eso?" (DTG, Pg. 489, Elena de White).
El Salvador del mundo durante su ministerio terrenal, hizo declaraciones de verdades incomprensibles para sus contemporáneos y que hoy nosotros que buscamos ser “saciados de vida”, o tener una “larga vida” , somos cautivados y fascinados por la invitación del Señor y sus palabras tan llenas de autoridad, que pone ETERNIDAD en nuestros corazones;
- “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
“(S. Juan 14:6).
-“Yo soy la resurrección y la vida; “(S. Juan 11:25).
El apóstol Juan, discípulo muy cercano al Salvador, y que fue transformado por su poder y amor divino, dio testimonios de Él para llenarnos de ánimo y esperanza.
- “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. (S. Juan 1:5).
- “..Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. (1 Juan 5:12).
Los patriarcas a pesar que vivieron en esta tierra cerca de 1.000 años y que finalmente murieron, tendrán el privilegio de seguir viviendo miles de años más, millones, billones y trillones de años. ¡Una eter- nidad! Porque el Salvador regresará a este mundo para levantar de las tumbas a todos sus santos, y aquellos que durmieron en la ESPERANZA de la bendita resurrección de los “muertos en Cristo”. Léase 1 Tesalonicenses 4:13-17.
¿No es alentador pensar en esto? ¿Sobre qué base esta puesta nuestra esperanza?, escuchamos, su palabra que con aire triunfal dijo: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan vida en abundancia”. (S. Juan 10:10).
Cristo Jesús es el único que “sacia de vida “, que da “larga vida”, porque Él, es el AUTOR de la vida. Mi apreciado deja de existir solamente. Vive la “VIDA”, entrégate a los brazos de la “VIDA viviente” cada día.
A continuación viene la promesa final de Dios, que sella este maravilloso Salmo 91. No dejes de leer el próximo capítulo.
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